Condiciones deplorables son los campamentos donde se encuentran los solicitantes de asilo en la ciudad de Matamoros México, estos campamentos han sido calificados en “peores condiciones que otros campamentos en lugares como Irak”.
La directora de operaciones de Global Response Management (GRM), Helen Perry quien ha ofrecido ayuda médica a zonas de riesgo como Irak, Yemen y Bangladesh ha dicho que la situación de las casi 3,000 personas que solicitan asilo a EE.UU. están en las “peores” situaciones que ha visto.
Adicional ha comentado que el campamento son condiciones pobres, con escasez en infraestructuras y que no existe un plan de seguridad para los migrantes quienes “están literalmente a merced de cualquier cosa que pueda sucederles” dentro del campamento, ya que éste se encuentra en uno de los estados más violentos de México ocasionado por los carteles del lugar del estado de Tamaulipas.
Es tanto el desorden dentro de los campamentos que Helen Perry dice que “no existe un control oficial y ninguna gestión del campamento” esta declaración la ha hecho al comparar Irak y Siria donde “no se puede entrar sin antes cumplir un debido proceso de registro” algo que carece el campamento en mención.
Situación desfavorable y pésima atención por parte del Gobierno de México a los migrantes en espera de asilo.
Dentro dicho campamento se hizo una entrevista entre 50 familias para saber qué tan seguras se sienten dentro del campamento en una escala de 0 a 10, siendo 10 lo más seguro, los resultados dieron un promedio de 1.5, otra de las preguntas en dicha entrevista decía que cómo perciben la seguridad en la noche y el promedio fue menos de 1. En este campamento hay muchos migrantes que llevan meses en espera de una solución a su petición de asilo y esto se debe a la polémica medida del Gobierno de Trump, la cual obliga a los migrantes a permanecer en México hasta que tengan respuesta sobre la petición mencionada.
Por un lado, el Gobierno de Estados Unidos crea este problema y por el otro el Gobierno mexicano no está interesado en apoyar a las necesidades de los migrantes, cantidad que asciende ya a casi 60,000 que han sido enviados de regreso a México.
“Necesitamos que CBP (Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU) nos colabore y confíe en nosotros cuando decimos que un paciente necesita cruzar para recibir atención médica en EE.UU.”, sostiene.
Para ella es una situación “frustrante y desgarradora” el desconocer si los oficiales de CBP permitirán que un migrante en estado crítico sea admitido en el puerto internacional de la ciudad de Brownsville (Texas), donde usualmente deben esperar hasta cinco horas.
“Intentamos que el paciente pueda ser exento del MPP pero desafortunadamente los supervisores que toman las decisiones no tienen un entrenamiento médico y no siempre entienden las implicaciones de las condiciones de los pacientes”, comenta Perry.
