Muy pocas personas se imaginarían que en el sur de Iowa hay una comunidad pequeña de puertorriqueños. La presencia boricua se debe a Graceland University, una pequeña universidad privada de artes liberales. El campus se encuentra en Lamoni, un pueblo rural de un poco más de dos mil habitantes, a 70 millas de Des Moines y a 115 millas de Kansas City. Definitivamente no es un lugar donde se espera encontrar una comunidad de boricuas, pero lo cierto es que la universidad le aporta a esta comunidad del sur de Iowa una población estudiantil culturalmente diversa.
La mayoría de los estudiantes internacionales, y de Puerto Rico, llegan ahí como atletas que buscan recibir una educación de calidad mientras practican el deporte que aman. La universidad ofrece una decena de deportes, entre ellos el voleibol y el béisbol, en los cuales participan la gran mayoría de los puertorriqueños. Joyce Serrano Martínez y Eymie Hernández son dos voleibolistas cuya temporada acaba culminar con bastante éxito. Su equipo culminó en el quinto lugar de entre 14 equipos de diferentes universidades provenientes principalmente de los estados de Iowa, Missouri, y Kansas.
Además del éxito colectivo, ambas atletas puertorriqueñas fueron reconocidas por su equipo y el programa de voleibol de Graceland. Hernández, quien porta el número 6 en su camiseta, juega la posición de esquina y opuesto. La atleta oriunda de Arecibo, Puerto Rico, y graduada del Colegio San Felipe de ese municipio, se destacó durante toda la temporada ganándose el reconocimiento como mejor jugadora ofensiva de su equipo. Hernández, quien ha tenido que adaptarse a un estilo de juego distinto, se siente satisfecha por su temporada y orgullosa de su adaptación. “Graceland es una universidad que me ha brindado demasiadas oportunidades, es una universidad donde los profesores [y entrenadores] quieren que progreses” comenta Hernández. La joven voleibolista también añade que “deportivamente el programa de voleibol nos ha ayudado a mejorar nuestras destrezas en el voleibol y ha facilitado que nos acoplemos como equipo dentro y fuera de la cancha.”
Por su parte, Joyce Serrano Martínez, quien lleva la camiseta con el número dos, es una destacada libero. La joven boricua fue reconocida por su equipo como la mejor pasadora. Serrano Martínez, graduada de la Christian Military Academy en el municipio de Vega Baja, Puerto Rico, también ha tenido que adaptarse al estilo de juego de las estadounidenses. “El voleibol aquí es bien diferente, en Puerto Rico la adrenalina puede verse como que somos muy agresivas,” añade la joven puertorriqueña. A pesar de los estilos diferentes de juego, Serrano Martínez siente que su nivel de juego ha mejorado. “Me encanta jugar con personas que me hagan mejor jugadora y así es como me siento en Graceland,” afirmó la voleibolista.
Estas dos puertorriqueñas se han integrado a la comunidad de jóvenes “diasporriqueños” que han dejado la isla en busca de mejores oportunidades académicas y deportivas. La Universidad de Graceland les ha permitido expandir sus horizontes y crecer como personas. Al respecto, Serrano Martínez comenta lo siguiente: “Las oportunidades que Graceland me ha brindado han sido muy grandes; he conocido gente de diferentes lugares y países y he tenido la oportunidad de aprender sobre sus culturas.” Por su parte, Eymie Hernández afirma que la oportunidad de haber venido a estudiar a Iowa “nos ayudó a mejorar como persona; a mejorar el inglés y a comenzar a tener conversaciones con los estudiantes al punto de conocerlos a casi todos en la universidad.” Ambas estudiantes atletas están más que listas para terminar el año escolar y esperan con ansias la próxima temporada de voleibol.