El Gobierno estadounidense alertó este domingo de “consecuencias severas” si Irán ataca a alguna de las 52 personas ayer sancionadas por estar involucradas en el ataque con un dron que, el 3 de enero de 2020, acabó en Bagdad con la vida del general Qasem Soleimaní y sus acompañantes.
“Si Irán ataca a alguno de nuestros compatriotas, incluyendo a cualquiera de estas 52 personas, se enfrentará a consecuencias severas”, indicó en un comunicado el asesor de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Jake Sullivan.
“No lo duden ni un minuto: EE.UU. protegerá y defenderá a sus ciudadanos. Esto incluye a aquellos que están sirviendo actualmente en las Fuerzas Armadas y a aquellos que sirvieron en el pasado”, apuntó Sullivan.
Entre los sancionados, cuyos nombres se publicaron ayer en un comunicado del Ministerio de Exteriores de Irán, están el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de EE.UU, Mark Milley, el asesor de la Seguridad Nacional de EE.UU, Robert Charles O’Brien Jr, el subsecretario adjunto de Seguridad Nacional de EE.UU, Matthew F. Pottinger y el jefe del Comando Central de EE.UU. (CENTCOM), el general Kenneth McKenzie.
La lista asimismo incluye al fundador de la firma militar privada Blackwater, Erik Dean Prince, y a la exrepresentante de Estados Unidos ante las Naciones Unidas, Nikki Haley.
El comunicado iraní señaló que los sancionados participaron en la toma de decisiones, planificación, organización, financiación, apoyo, dirección o implementación del “acto terrorista” contra Soleimaní o “apoyando a ese crimen atroz han promovido el terrorismo que es una amenaza para la paz y seguridad internacional”.
Las sanciones permiten confiscar los bienes de esos individuos en Irán.
Soleimaní, exgeneral al frente de la Fuerza Quds de los Guardianes de la Revolución iraní (IRGC), murió en un bombardeo de un dron estadounidense el 3 de enero de 2020 cerca del aeropuerto de internacional de Bagdad.
Cabe mencionar que se originó otro ataque en el 2021 en el cual un dron cargado de explosivos golpeó el edificio e hirió a seis de sus guardaespaldas en un aparente intento de asesinato, dijeron en su momento las autoridades. Entre ellos El primer ministro iraquí, Mustafa al Kadhimi, dice que escapó ileso.
El ataque, se produjo después de violentos disturbios por los resultados electorales, fue condenado tanto por Estados Unidos como por Irán.
Fuentes de seguridad dicen que se utilizaron tres drones en el ataque, lanzados desde cerca del Puente de la República, en el río Tigris, pero dos de ellos fueron derribados.
Estos ataques derivaron la tensa relación que ahora tienen estos países.