El mandatario venezolano, Nicolás Maduro, alborotó un avispero dentro del chavismo al someterlo a una purga anticorrupción para “desmembrar mafias enquistadas” en las más altas esferas del poder público, una sacudida que ya se salda con la renuncia de un ministro y las detenciones de dos jueces, un alcalde y un jefe de institución.
El presidente ha subrayado su “absoluta decisión de ir hasta la raíz” de estas tramas, las cuales, aseguró, están incrustadas en el aparato político, judicial y económico, por lo que pidió aplicar “un castigo ejemplar” a quienes estén involucrados en las corruptelas, algunos de ellos ya agarrados “con las manos en la masa”.
Aunque Maduro habla de “importantes empresarios”, jefes de instituciones del Estado, diputados y jerarcas de variada índole implicados, hasta ahora solo se ha confirmado la renuncia del titular de Petróleo, Tareck El Aissami, y los cuatro detenidos, entre ellos, el jefe de la Superintendencia de Criptoactivos, Joselit Ramírez, el más alto funcionario aprehendido.
A esto se suma un comunicado difundido este martes por la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) en el que informa de “algunos profesionales militares” que cumplían funciones en la estatal petrolera Pdvsa también violentaron el ordenamiento jurídico, otra vez sin precisar el número de señalados ni sus identidades ni rangos.