El comienzo de los playoffs de la FedEx Cup, l en el TPC Southwind de Memphis, pareció pillarle con el pie cambiado. Y aunque este ha salido muy penalizado de sus escasos errores y con un resultado que por juego debió ser bastante mejor, Jon Rahm (-2) ha recuperado sensaciones para situarse en la zona alta de la clasificación del BMW Champioship. Un torneo en el que el de Barrika busca refrendar su liderato en la general del PGA Tour para partir con ventaja en la gran final de la próxima semana en Atlanta.
Con dos horas de retraso por tormentas con aparato eléctrico y un molesto viento que fue aumentando de intensidad con el paso de las horas, el temido Olympia Fields Country Club de Chicago, en Illinois, le ha puesto las cosas difíciles a los 50 jugadores que lograron superar la primera criba del FedEx St. Jude Championship. Un campo en condiciones húmedas, con greenes lentos y un rough alto amenazante, que por las lluvias previas al comienzo del juego invitó a la organización a permitir colocar la bola en la calle.
Hasta esa parte final de su vuelta, Jon sólo había cometido un error importante, fallando un putt de un metro en el 3 que le costó su primer bogey. Pero su juego, de los mejores en distancia con el driver, de tee a green, en recuperaciones desde el bunker o en greenes en regulación, no estuvo acompañado por esa necesaria suerte en momentos clave o con el putter. En cualquier caso, su ronda fue cinco golpes mejor que la de hace siete días y le permite arrancar el torneo a un paso del top 10.