¡Pillen la que se está armando en Estados Unidos! ¿Se acuerdan de aquellas pelis donde los estudiantes se ponían en huelga, hacían protestas y se armaba el zipote? Pues resulta que ahora la realidad superó a la ficción y tenemos a los uni kids saliendo a las calles, pero en vez de por la bebida gratis en los bares, es por el conflicto en Gaza. ¡Sí, la cosa va en serio!
Esto ha puesto a más de uno con los nervios de punta. El Mike Johnson, que es el presidente de la Cámara de Representantes y suelta unas perlas, dijo que es más antiamericano que pedir una hamburguesa sin queso que Joe Biden no esté clavando banderillas a los estudiantes que se están manifestando en algunas universidades. ¡Vaya bronca!
Y no es solo él, ¡el senador Tom Cotton los llamó “turba proterrorista”! ¿Turba? ¡Esto parece un capítulo de Juego de Tronos! Y el gobernador de Texas, que de tranqui no tiene nada, quiere meter a los manifestantes en la jaula por promover el odio. ¡Ahí está el detalle!
Pero ojo, que la Casa Blanca no se queda atrás. Biden dice que está con la libertad de expresión, pero si empiezan a tirar hate speech y antisemitismo, ahí sí que pone el grito en el cielo. Aunque también es verdad que ha dejado claro que no está poniendo puertas al campo y deja que los judíos que estén en contra de la guerra se unan a la fiesta.
Pero la movida no es solo de políticos, ¿eh? ¡Los estudiantes también están liando la marimorena! Piden a sus unis que corten lazos con Israel y no inviertan en empresas militares. ¡Eso sí que es ir a saco! Incluso Bernie Sanders, el abuelito simpático del Senado, le ha entrado al trapo diciendo que no le hagan bullying a los estudiantes y que la guerra de Gaza está más fea que un pulpo en un garaje.
Claro, hay quien dice que esto del antisemitismo es más falso que un billete de tres dólares. Omer Bartov, un profe de la Universidad de Brown que sabe un rato largo del tema, dice que andar gritando antisemitismo es más peligroso que comer sushi en un barrio sin mar. Que están desviando la atención de lo importante, que es la situación en Gaza. ¡Un verdadero clavo saca otro clavo!
Y hablando de clavos, los College Democrats of America están que arden, apoyan las protestas estudiantiles y critican a la poli por tratar de disolverlas. ¡La que se ha armado, amigos!
Así que ya saben, en EE. UU. están en modo escándalo total. ¿Quién iba a decir que los campus serían el nuevo campo de batalla? ¡La vida moderna es más impredecible que el clima en marzo!
