Al menos 6.376 personas han muerto y más de 30.570 han resultado heridas en Turquía y Siria debido a los dos devastadores terremotos del lunes, mientras continúan las labores de rescate con el temor de que haya aún cientos o miles de personas atrapadas bajo los escombros.
En Turquía, donde tuvieron su epicentro los temblores de magnitud 7,7 y 7,6, el recuento oficial habla ya de 4.544 muertos y 26.721 heridos, según Afad, la agencia de emergencias turca.
Hasta el momento, los equipos de rescate han podido sacar con vida a unas 8.000 personas de entre los escombros de los miles de edificios que se han derrumbado.
Ante esta catástrofe, el Gobierno turco del presidente Recep Tayyip Erdogan ha declarado tres meses de estado de emergencia en las diez provincias afectadas.
Asimismo, el sismo ha dejado un total de 5.775 edificios destruidos.
Unas 50.000 personas, entre los que se cuentan soldados, participan en las labores de rescate y diez barcos de la armada y 26 aviones militares en las tareas de evacuación de heridos.
Además, docenas de países han comenzado ya a enviar a cientos de rescatistas y expertos en búsqueda de supervivientes, aunque el frío y la nieve en la zona, donde también hay territorios montañosos de difícil acceso, complican las tareas de rescate.