La NBA regresó después del parón para que los ciudadanos de Kentucky, Misisipi y Luisiana acudiesen a votar en sus elecciones para Gobernador. Si hubiese que seleccionar uno de la liga sería, sin lugar a dudas, Nikola Jokic. Es, probablemente, el mejor jugador del mundo y tras su MVP de las últimas finales por abrasión no encuentra rival en el inicio del nuevo curso. Sus Denver Nuggets vencieron a los Golden State Warriors en un partido digno de Playoffs (108-105) y el campeón sigue dominando.
Jokic se fue a los 35 puntos, 13 rebotes y 5 asistencias por 23 y 5 asistencias de su gran rival, Stephen Curry. Se anotó el duelo de los monstruos con un recital de los suyos en control del tiempo, definición y lo más importante: saber competir el final. Porque los Warriors fallaron teniendo bola para llevar al límite a Denver.
En los últimos 20 segundos Curry se inventó uno de sus triples que no tienen lógica. Corrió la contra y lanzó un triple en ese momento para colocar el107-105. A los Nuggets les tocó responder, pero Jokic, extrañamente, falló dos tiros libres. Se abrió una oportunidad para los Warriors, pero emergió la defensa de Denver con Aaron Gordon y no llegó la oportunidad.
No se quedó ahí y tras otro fallo en el tiro libre, en esta ocasión de Reggie Jackson, los Warriors corrieron, pero Klay Thompson no armó un buen tiro. Denver ganó en el límite. Su 8-1 en el récord y un nuevo día en el que Jokic gobernó entre todos.
