¡Agárrense, que Donnie está de regreso y quiere jugar a la intocable! Sí, señores, el mismísimo Donald Trump está haciendo de las suyas otra vez, intentando convencer a la Corte Suprema de que le den un pase VIP contra cualquier juicio penal. Parece que el hombre no se cansa de ser el centro de atención, ¿eh?
Bueno, para los que no están al día, Trump está metido en un lío judicial por unos cuantos detallitos que ocurrieron tras perder las elecciones de 2020. Claro, como ciudadano y candidato, ahora está pidiendo a la Corte, que casualmente tiene a tres jueces que él mismo nominó, que le den inmunidad absoluta. ¿Qué significa eso? Pues que quiere que lo dejen en paz y no lo puedan juzgar por esos cargos federales que le echó encima el fiscal especial Jack Smith.
Lo curioso es que Trump ha utilizado su tiempo bajo el foco judicial para pintarse como un mártir político. En sus propias palabras, dice que el presidente Joe Biden lo tiene entre ceja y ceja y está “armando” al Departamento de Justicia contra él. ¡Vaya drama!
Desde que se sentó en la Oficina Oval, Trump ha jugado bajo sus propias reglas, ignorando un poco las normas democráticas y ese pequeño detalle llamado Estado de Derecho. Ahora, con su inmunidad en juego, se encuentra en el centro de un dilema constitucional que ni los guionistas de Netflix podrían haber imaginado.
La cosa se pone aún más jugosa porque el tribunal que lo está escuchando no es cualquier tribunal, sino uno que ha tenido sus propios roces con el magnate convertido en político y que ha visto caer su prestigio en los últimos tiempos.
Por si fuera poco, los fiscales de Arizona también le están haciendo la vida de cuadritos a algunos de los compinches de Trump por intentar subvertir los resultados electorales de 2020. ¿Será que este hombre alguna vez tendrá un respiro?
Los jueces que Trump colocó en la Corte, incluidos Neil Gorsuch, Brett Kavanaugh y Amy Coney Barrett, ya le dieron una ayudita antes, apoyando decisiones que sacudieron el país, como la que anuló el derecho constitucional al aborto. Y no sólo eso, Trump ha aprovechado para agradecerles uno por uno en su campaña, marcando puntos con su base al recordarles quién fue el que puso a esos jueces allí.
Pero no todo es miel sobre hojuelas para Trump. El Tribunal ha estado bajo fuego no solo por sus decisiones controversiales, sino también por su falta de transparencia en temas de conflictos de interés. El juez Clarence Thomas, por ejemplo, ha estado en el ojo del huracán por no apartarse de casos relacionados con Trump, a pesar de los lazos de su esposa con el movimiento “Stop the Steal”.
En fin, este jueves, mientras Trump debería estar en el Tribunal Supremo, en realidad estará en otro juzgado en Manhattan enfrentando cargos por fraude empresarial. Y mientras él sigue publicando sobre su derecho a la inmunidad presidencial, los jueces tendrán que decidir si un expresidente puede realmente ser intocable por acciones realizadas mientras estaba en el cargo.
Así que, ¿se saldrá con la suya esta vez Trump? Manténganse al tanto, porque este show parece que todavía tiene para rato. ¡Y no olviden seguirnos en El Heraldo Hispano para no perderse ningún detalle de este culebrón judicial!