¡La OMS se pone Pilas!
Bueno, bueno, prepárense para el chisme del día, porque esto está más caliente que el sol en el Sahara. La Organización Mundial de la Salud, sí, esos señores serios que nunca sueltan una sonrisa ni por accidente, acaban de sacar la alarma más grande que tienen guardada en la caja fuerte. ¡Resulta que la viruela del mono, o “Mpox” para los que ya están a la moda, se está portando peor que un chiquillo malcriado en la escuela y ha hecho que la OMS declare emergencia de salud pública a nivel internacional! Así que, en otras palabras: ¡Houston, tenemos un problemón!
La cosa es así: este bichito se ha puesto más letal que una suegra con poder y ahora está paseándose por África como si fuera dueño del lugar. Antes, la viruela del mono estaba tranquilita en la República Democrática del Congo, pero como buena chismosa, no pudo quedarse en un solo lugar. Así que ahora se ha extendido a cuatro provincias más, como quien va de tour por ahí.
Obviamente, los mandamases de la OMS se reunieron virtualmente —porque eso de reunirse en persona ya no está de moda— y después de charlar un rato, dijeron: “¡Esto es una emergencia global!”. Lo dijeron en inglés, claro, pero la idea es la misma: hay que ponerse las pilas, y rápido. La declaración de emergencia mundial permite que todos se coordinen como un equipo de fútbol que por fin entendió cómo jugar juntos. ¡Hasta Dimie Ogoina, el presidente del comité, dio el visto bueno!
Y mientras tanto, los de la Unión Africana ya estaban con la lengua afuera, porque el día antes habían declarado que el brote era una “urgencia sanitaria”. Es como cuando te dicen que viene la suegra de visita y luego te avisan que también vienen los cuñados: el caos total. África lleva más de 17.000 casos y 500 muertes en lo que va del año, y parece que la República Democrática del Congo decidió romper récords con el 96% de los casos confirmados solo este mes. ¡Casi nada!
Y agárrense, que el virus no es cualquier cosa. Este mono no es de los que se sienta a comer bananos tranquilito, no señor. Se ha vuelto más contagioso y peligroso que las promesas de un político en campaña. Ahora, la tasa de mortalidad está en un 3,6%… ¡Ahí es nada! Con síntomas que van desde fiebre, sarpullidos que pican más que un ex en Instagram, hasta ganglios linfáticos del tamaño de un aguacate, la cosa está seria.
Pero tranquilos, que no todo es malas noticias. La OMS ya está soltando los billeticos (bueno, 1,45 millones de dólares para empezar) y han sacado su lista de vacunas de emergencia para que esto no se nos vaya de las manos. Eso sí, están pidiendo 15 millones más para poder controlar el show. ¿Quién dice “yo”?
Así que ya saben, mientras el mundo se enfrenta a esta nueva amenaza, hay que cuidarse, estar atentos y, sobre todo, no perder el sentido del humor. Porque si algo nos ha enseñado la vida es que, ante los problemas, una buena carcajada siempre ayuda. ¡Salud!