La cosa está que arde en las elecciones. En serio, si esto fuera una novela, estaríamos en el episodio donde se dan con todo, porque nuestra querida Kamala Harris y el viejo Trump están en una competencia digna de lucha libre, tirando golpes por aquí y allá, todo para ganar los estados clave de Georgia y Nevada. ¡Así como lo lees!
Harris, con su sonrisa Colgate y la vibra de “la tía buena onda”, decidió que Atlanta era el lugar para hacer su gran movida. ¿Y quién mejor para acompañarla que el señor “Yes We Can” himself, Barack Obama? Sí, papá, el expresidente se le une para darle ese empujoncito, porque con las encuestas no se juega. Pero espérate, que no termina ahí: ¡Bruce “El Jefe” Springsteen también sube al escenario! O sea, pura celebridad en ese mitin, casi como un Coachella, pero con más promesas de campaña y menos flores en la cabeza.
Mientras tanto, Trump, que ya sabemos que no se anda con juegos, se fue a Las Vegas, porque obvio, ¿dónde más va a hacer su show? Ya lo estamos viendo con su traje naranja (porque sí, el bronceado es marca personal), tirando dardos a diestra y siniestra. Y no se preocupen, que su partner in crime, J.D. Vance, también anda por ahí echándole gasolina al fuego desde Michigan. Entre los dos están dejando a Harris con la presión al máximo.
¿Y quién lleva la ventaja? Bueno, depende de qué encuesta leas. En Georgia, Trump anda como si ya estuviera comprando la alfombra roja para su victoria, mientras que en Nevada, Kamala está apenas, pero apenas, respirando más tranquila. ¡Esto parece una partida de ajedrez donde los dos se creen Bobby Fischer!
Lo irónico de todo esto es que, mientras se tiran con todo públicamente, se dice que en privado Trump se ha mandado unos piropos a Nicolás Maduro que ni en telenovela de amor prohibido. ¡Imagínate! Mientras que en el discurso es todo “libertad para Venezuela”, en privado Trump se dice que hasta lo admira por ser un “tipo fuerte”. Ya ni sabemos quién es quién en este circo.
Así que ya sabes, agarra tus palomitas, porque esto no ha terminado. La campaña está más caliente que el sol en pleno agosto, y con estos dos titanes sacándose los trapitos sucios, el final promete ser un bombazo. ¡Que gane el mejor o al menos el que tenga mejor playlist en sus mítines!
