Bueno, banda, agárrense porque el drama político internacional está mejor que una serie de Netflix. Resulta que Volodimir Zelensky, presidente de Ucrania, se puso en modo “hablemos de cosas serias” y se marcó una llamadita con su cuate Donald Trump para hablar sobre los chismes de guerra con Rusia y ver si Putin realmente quiere ponerle pausa al desastre. Spoiler: el ruso sigue con sus condiciones rudas.
El tema es que Trump y Putin ya habían hablado por teléfono, y el ex magnate convertido en político logró que el ruso acepte frenar los ataques a las plantas de energía ucranianas por 30 días. Pero, ojo, que esto no significa “game over” en la guerra, sino más bien una pausa para ver qué onda. Zelensky, que no es ningún ingenuo, quiere saber exactamente qué le prometieron a Putin y, más importante, si los gringos van a supervisar que el alto el fuego no sea puro cuento.
Mientras tanto, Rusia no se queda de brazos cruzados y sigue exigiendo que Occidente le baje dos rayitas a su apoyo militar a Ucrania, básicamente pidiéndoles que dejen de mandarles juguetes de guerra a los ucranianos. Pero Zelensky no se deja y dice que lo que necesita es más armas, no menos. En medio de este desmadre diplomático, Trump se puso la capa de mediador y quiere que las pláticas de paz empiecen este domingo en Yedá, Arabia Saudita. Así que, banda, abrochen sus cinturones porque esto pinta para una novela de política internacional con giros inesperados, traiciones y muchas negociaciones bajo la mesa.
