La situación humanitaria en la Franja de Gaza ha alcanzado niveles críticos. Este martes, el subsecretario general de la ONU para Asuntos Humanitarios, Tom Fletcher, advirtió que cerca de 14.000 bebés podrían morir en las próximas 48 horas si no se permite el ingreso urgente de ayuda humanitaria al enclave palestino. El anuncio fue hecho durante una entrevista en el programa ‘Today’ de BBC Radio 4, donde el funcionario aseguró que el cálculo es resultado del trabajo directo de equipos de Naciones Unidas desplegados sobre el terreno.
Fletcher fue enfático: “Debemos inundar Gaza con ayuda ahora mismo. No estamos hablando de una crisis futura, estamos hablando de muertes inminentes”. Según sus palabras, la falta de alimentos, medicamentos, agua potable y atención médica adecuada está empujando a miles de recién nacidos y menores de edad a una muerte completamente evitable.
Mientras tanto, el ejército israelí, a través del COGAT (organismo militar que gestiona asuntos civiles en los territorios ocupados), informó que al menos 93 camiones con insumos lograron ingresar a Gaza, incluyendo harina, comida para bebés y equipo médico. Sin embargo, la ONU aclaró que estos suministros aún no han sido distribuidos a quienes los necesitan desesperadamente.
Según Stéphane Dujarric, portavoz del secretario general de la ONU, “aunque los camiones han cruzado, los suministros no han podido llegar ni a los almacenes ni a los puntos de distribución”. De hecho, el lunes solo cuatro camiones lograron ingresar a Gaza, y ni siquiera sus contenidos han sido entregados a la población. La lentitud y las restricciones impuestas por Israel están impidiendo que la ayuda cumpla su objetivo.
La presión internacional sobre Israel también va en aumento. Este lunes, líderes de Francia, Canadá y Reino Unido —Emmanuel Macron, Mark Carney y Keir Starmer— firmaron una declaración conjunta advirtiendo que, si no se detiene la ofensiva militar ni se levantan las restricciones al ingreso de ayuda, se tomarán “medidas concretas” contra el gobierno de Benjamín Netanyahu. Aunque no se detallaron las sanciones, el mensaje fue claro: la comunidad internacional no se mantendrá indiferente.
En esa misma línea, el Reino Unido anunció la suspensión de negociaciones sobre un acuerdo de libre comercio con Israel, sancionó a colonos israelíes responsables de violencia en Cisjordania y convocó a la embajadora israelí en Londres para dar explicaciones. Por su parte, la Unión Europea, tras una reunión clave este martes, expresó que revisará su acuerdo de asociación con Israel y que ya hay mayoría para activar el artículo 2 del tratado, el cual se refiere a la protección de los derechos humanos.
La situación se ha vuelto aún más insostenible luego de que Israel intensificara su ofensiva militar el pasado fin de semana. Esta escalada es parte de su campaña para erradicar a Hamás tras el ataque del 7 de octubre de 2023, que dejó 1.218 personas muertas en Israel, en su mayoría civiles. Hamás también secuestró a 251 personas, de las cuales 57 aún permanecen en Gaza, aunque 34 ya fueron declaradas muertas por el ejército israelí.
Como consecuencia de esta ofensiva militar, el Ministerio de Salud de Gaza (cuyas cifras son consideradas confiables por la ONU) ha registrado al menos 53.573 muertos, la mayoría civiles, incluyendo miles de mujeres y niños. Tan solo en las últimas 24 horas, al menos 53 personas, incluyendo menores, murieron en ataques sobre el norte y el centro de la Franja.
Los hospitales siguen colapsados, los suministros médicos son prácticamente inexistentes, y muchas familias no tienen ni siquiera acceso a agua potable. La comunidad internacional ha advertido que, si no se permite de inmediato un corredor humanitario seguro, las consecuencias podrían ser catastróficas en cuestión de horas.