Hace pocos días el mundo estaba atento e incluso con positivismo de la normalidad que China estaba viviendo, pero lastimosamente el día de hoy se han repuntado 10 casos, el planeta vuelve alarmarse por este tipo de noticias.
La vuelta a la normalidad en el país asiático había empezado con los adultos, luego gradualmente lo hicieron los jóvenes y niños, todos con mascarillas y manteniendo una distancia de hasta más de dos metros, rigurosos protocolos para entrar y salir, con termómetros infrarrojos o con monitores que sirven para medir la temperatura. Incluso casi todas las escuelas y lugares con mayor afluencia de personas, pantallas donde poner la cara delante de ella por delante y por detrás, luego vienen las desinfecciones, para tener la mayoría de seguridad para los habitantes.
En algunos colegios de cinco distritos de Pekin, está en fase de prueba un nuevo sistema de control de temperatura, según algunos medios de comunicación así lo mencionan, aquí es donde entra el brazalete electrónico, cada brazalete tiene la función de informar la temperatura tanto a los profesores como a cada uno de los padres. “es la forma de monitorear al instante si un alumno supera los 37,2 grados” en el momento que llegue a darse dicha situación la alerta llegará incluso al personal de policía.
Incluso este brazalete fue utilizado en el mes de marzo, aunque en ese tiempo tenía otro uso más específico; la pulsera electrónica se utilizaba de forma obligatoria en Hong Kong para todos aquellos que retornaban. Se siguió con el protocolo de cumplir los 14 días de cuarentena, en sí era una forma de vigilancia de tiempo real de todos sus movimientos, detectar si en algún momento las personas se saltaban el aislamiento. Lo más importarte en China es que está haciendo todo lo posible para que no llegue un segundo brote de contagios.
El fin de semana las autoridades tomaron la decisión de cerrar la ciudad de Shula, lugar ubicado en la provincia del noreste de Jilin; una mujer de 45 años dio positivo a dicho virus. Ante tal situación los espacios públicos de esa ciudad fueron totalmente cerrados y sus 703,000 habitantes deben permanecer obligatoriamente en sus casas.
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