Estados Unidos sobrepasó los 25 millones de casos confirmados del Coronavirus SARS-Cov-2, cuando la administración del presidente, Joe Biden, intenta apurar la vacunación para frenar la expansión de la pandemia que ha causado más de 400.000 muertes en el país.
Cuatro días después de que Biden asumiera la Casa Blanca, el país contabilizó 25.003.695 contagiados, según el recuento independiente de la Universidad Johns Hopkins correspondiente al día de hoy.
Esa cifra equivale a 25,2% del total mundial y a un 7,62 % de los 328,2 millones de habitantes de la primera potencia mundial, que desde hace meses es el país más golpeado por la enfermedad en el mundo.
En cuanto a fallecidos, Estados Unidos suma 417,538, lo que prácticamente dobla a Brasil, que con 216,445 decesos ocupa el segundo lugar en las estadísticas de muertes causadas por el virus.
Las estadísticas revelaron igualmente que desde que Biden juró el cargo, el pasado miércoles, más de 500.000 estadounidenses han contraído el virus.
La pandemia se ha convertido, junto a la inmigración y la recuperación económica, en una de las principales tareas del líder demócrata, que ha prometido vacunar 100 millones de personas en sus primeros 100 días al frente del ejecutivo.
Funcionarios de su Administración expresaron este domingo su preocupación por el suministro de las dosis, en momentos en que autoridades locales han advertido que cuentan con escaso inventario o ya pueden haberlo agotado.
Las alertas se encendieron después de numerosas citas para la vacunación empezaran a cancelarse en estados como Texas, que es segundo por debajo de California en el conteo de infecciones.
California, que ya ha superado los tres millones de contagios, ha ralentizado la asignación de las citas, ante el temor de que no dispongan las suficientes dosis.
“No tenemos tantas dosis como quisiéramos ahora para estados como Nueva York u otros estados que afirman haberse quedado sin vacunas” afirmó la directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, Rochelle Walensky.
Walensky consideró esta situación como “punto de presión”, en este momento.
Sin embargo, la funcionaria dibujó un escenario más sombrío. “Uno de los mayores problemas en este momento es que no puedo decir cuántas vacunas tenemos, y si no puedo decírselo, entonces no puedo decírselo a los gobernadores y no puedo informarle a los funcionarios de salud estatales”, alertó.
La recién designada funcionaria admitió que si las autoridades locales “no saben cuantas vacunas recibirán, no solo esta semana, sino la próxima y la siguiente, no pueden planificar”, concluyó.