Argentina comenzó este lunes 19 de abril del 2021 una semana muy marcada por la disputa política después que la justicia fallara el domingo contra la decisión del Gobierno argentino de cerrar las escuelas para frenar el covid-19, con la que el alcalde de la capital se había mostrado en contra.
A última hora del domingo un fallo judicial de un tribunal de la ciudad de buenos aires ordenó que no se cierren las escuelas en este distrito, en contra del decreto que firmó el presidente, Alberto Fernández, la semana pasada, que suspendía las clases presenciales por 15 días en la zona metropolitana de Buenos Aires (AMBA), la más popular del país debido a la aceleración de contagios de covid-19.
El fallo judicial- que argumentaba que el decreto presidencial avallasaba la autonomía de la capital para decidir sobre su sistema educativo, y el amparo que presentó la ciudad capital ante la Corte Suprema, que sigue su curso, agregaron un capítulo más a la disputa política entre el oficialismo peronista, representado por Fernández y Axel Kicillof gobernador de Buenos Aires, y la oposición representada por Rodriguez Larreta.
Y esta disputa se mezcla con el empuje de diversas asociaciones de padres y docentes para que no se suspendan las clases presenciales, así como con la división entre los gremios de docentes.
La nación, la ciudad y la provincia de Buenos Aires difieren en la estrategia para evitar la circulación de las personas.
“Ninguna decisión ha sido improvisada”, se defendió este Alberto Fernández en un acto donde anunció obras para reforzar el sistema de salud, y justificó las medidas “antipáticas” en el AMBA, “porque es allí donde una vez más aparece el epicentro del contagio”.
“Son decisiones de política sanitaria, avaladas por los datos que la autoridad sanitaria” y “no escuchando a los políticos, ni siquiera leyendo encuestas”, respondió a las críticas.
La incertidumbre de los padres de los niños de la capital el domingo por la noche se aclaró cuando Rodríguez Larreta anunció después de las 22:00 horas que los niños regresarian a clases presenciales de inmediato.
“La educación no puede ser un motivo para profundizar la grieta”, dijo Rodríguez Larreta a los medios, remarcó que sus decisiones se toman basados en evidencia, con base en los estrictos protocolos que a su juicio evitan los contagios en las escuelas, y recordó el alto nivel de pobreza que hay en la infancia, para justificar la necesidad de preservar la presencialidad, concluyó.