Las palabras de Helmut Marko, tras el GP de Bahréin, en el que hablaba de que era “divertido ver a tres Red Bull en el podio”, o las que se refería a la “gran memoria de algunos”, en alusión al diseño de Dan Fallows en el concepto del AMR23, han acabado por hacer reaccionara Fernando Alonso. Ni nervioso, ni enfadado, un poco cansado y hasta casi halagado.
Los periodistas seguían con el juego de criticas hasta hoy, en la antesala del GP de Arabia Saudí, segunda carrera del Mundial 2023 y el asturiano cambiaba su semblante al de enojo. “No me importan nada los comentarios. No estoy pendiente, salvo de centrarme en mi equipo y mejorar… Pero se puede ver claramente que hay diferencias entre ambos coches (El RB19 de Red Bull y el suyo) a simple vista”, lanzaba para dejar claro el asunto.
“Visualmente son diferentes y una muestra de ello es que Mercedes dice que el 50% de su coche lo tenemos nosotros (motor, caja de cambios y suspensiones) y Red Bull dice que el 50% lo tenemos nosotros… y no puede haber dos conceptos más diferentes que esos dos. Eso indica claramente que no es verdad ninguna de las dos teorías”, decía tumbando las acusaciones de plagio que se han vertido en medios y a lo largo del paddock.