¡Oigan, banda de inversionistas y curiosos del dinero fácil! La city financiera de Nueva York acaba de cerrar la semana como quien termina una mala racha en Tinder: sin match y bajando el caché. El Dow Jones, ese tío con traje de rayas que representa a los industriales, se dejó un 2.3% de su valor, mientras que sus compis, el S&P 500 y el Nasdaq, también se dieron un trompazo del 0.95% y 0.8% respectivamente. Vaya tela con la montaña rusa esta.
La peña andaba con las antenas puestas a ver si la Fed, la patrona de los dineros, les daba un respiro bajando los tipos de interés. Pero no, hermanos, Jerome Powell y su squad, más enrollados que una persiana, han dicho que “ni de broma, aún es pronto”.
Mientras, el curro en la gran manzana va viento en popa, con una tasa de desempleo que baja más rápido que los pantalones en una fiesta universitaria, y los sueldos subiendo como la espuma de tu cerveza favorita.
Y no olvidemos el petróleo, que está que se sale, marcándose un subidón más espectacular que el último hit del reggaeton, todo por unas movidas chungas en Oriente Medio. Así que ya sabés, si tenés un billete en Wall Street, agárrate los…, que esto va para largo.