Miles de personas se unieron para manifestar con gritos, pancartas y mascarillas, entonando cánticos durante varias horas en la Casa Blanca, las protestas que ya alcanzan el duodécimo día, han llegado a 650 ciudades en el país, incluso ha traspasado fronteras.
Al grito de “Black Lives Meter” (“Las Vidas Negras Importan”) miles de personas han hecho retumbar la capital Estadounidense con la mayor protesta por la justicia racial, desde el asesinato el mes pasado por el afroamericano George Floyd, quien fue asfixiado a manos de un policía blanco, cuando intentaba reducirlo al orden.
Las protestas comenzaron desde medio el medio día, y se desparramaron por toda la ciudad: alrededor del congreso se concentraron aproximadamente unas dos mil personas, y otras mil lo hicieron en el monumento a Lincoln para luego encaminarse a su destino final la Casa Blanca.
Ahí los manifestantes entonaban con gritos justicia, pidiendo cambios estructurales que acaben con la violencia contra los afroamericanos que en Estados Unidos tienen más probabilidades de morir en manos de la policía que los blancos, según datos del grupo Mapinng Pólice Violence.
Uno de los datos relevantes que quedaran marcados en la historia es la de la familia afroamericana Lamar Hacelton, sentados frente en la acera de la mansión presidencial, donde decidieron llevar a sus cuatro hijas para mostrarles que esto quedará marcado en la historia del país. El padre menciono “quiero que aprendan que es importante defenderse, por su raza”, comento.
“Un día leerán esto como si fuera una historia, pero es importante que tengan la experiencia de estar aquí, quiero que aprendan que es importante defenderse, por su raza y por otra gente que tiene menos suerte. Por eso estamos aquí, para que las niñas vean como se hace historia”, explicó.
“Esto significa que la gente de mi color de piel y que son más oscuros, que su vida importa, no solo la vida de los blancos”, también comentó que espera que dichas manifestaciones de estos días ayuden a mejorar el mundo para que no sea tan “cruel y tan maleducado”.
Los manifestantes desfilaban con los puños en alto en presencia de un despliegue policial mucho menos numeroso como las manifestaciones anteriores, aunque ha recibido muchas críticas por que el lunes pasado, dispersaron con gases lacrimógenos y lanzaron pelotas de goma contra una protesta pacífica solo para que el presidente Donald Trump, pudiera cruzar el parque frente a la Casa Blanca y hacerse una foto en una Iglesia.
