Estados Unidos presiona y pretende extraditar al empresario colombiano Alex Saab, mientras el presidente electo Nicolás Maduro de Venezuela junto con sus aliados rusos, pretenden rescatar al millonario, al que ya defiende un equipo de abogados del régimen bolivariano.
El escenario es el archipiélago Cabo Verde en África, de un nuevo capítulo de la guerra fría contemporánea, por un lado Estados Unidos tratando de redondear su golpe maestro contra el chavismo y así mismo extraditar al empresario colombiano y operador internacional que es clave internacional de la revolución, por el otro Venezuela junto con sus aliados rusos y cubanos presiona para rescatar al multimillonario que regalaba llaveros antes de entrar en el círculo de la ex senadora izquierdista Piedad Córdoba y de la revolución bolivariana.
El proceso “puede demorar algún tiempo” adelantaron fuentes gubernamentales tras la captura del comerciante de barranquilla prófugo en su natal Colombia y en EEUU a quien se le acusa de lavado de dinero provocó la notificación de la Interpol nada más al aterrizar el viernes pasado en el aeropuerto africano.
Un grupo de abogados del régimen bolivariano ya defiende a Saab, que se juega su futuro en los juzgados caboverdianos, en las próximas horas tras recibir el apoyo incondicional de su gran amigo, Nicolás Maduro. Tan importante es Saab para el “presidente pueblo” que el comunicado publicado por la Cancillería chavista es una confesión pública, el torpedo estadounidense estalló en el medio de su línea de flotación.
En el documento detallado por el gobierno reconoce a Alex Saab como un “agente” bolivariano, a quien se ha nacionalizado por vía exprés pese a la solicitud de su captura internacional. Y con “inmunidad diplomática”, concedida por un empresario corrupto que ha amasado miles de millones por sus negocios con los jerarcas chavistas, nacionalizaciones sospechosas sin cumplir los requisitos que marca la ley, nombramientos diplomáticos sin publicar en Gaceta y la confirmación pública, después de siete años de negativas, de que Saab es “uno de los nuestros revolucionarios”.
“Venezuela ha emprendido todas las gestiones correspondientes por la vía correspondientes, esto es por la vía diplomática y legal para garantizar los derechos humanos de Saab y hace un llamado al estado caboverdiano a dejar en libertad al ciudadano, facilitando su regreso protegiendo sus derechos fundamentales”, explica la nota firmada por el canciller Jorge Arreaza. Abriendo las puertas para el regreso del aliado, cuando en la frontera con Colombia miles de ciudadanos venezolanos, se desesperan ante el cierre parcial ordenado por Caracas para impedir su regreso a la patria.
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