El 1 de febrero del presente año tuve el placer de liderar a un grupo de 20 latinos que participamos en el “Climate Crisis Parade” en Des Moines, junto con 60 organizaciones más. Éramos más de 1500 personas alzando nuestras voces para llamar la atención a la seria crisis climática que estamos enfrentando.
Nuestros hijos son la razón más grande de por qué debemos involucrarnos en la lucha ambiental. No podemos quedarnos cruzados de brazos esperando a que alguien más actúe. No es opción que en el futuro el planeta que dejemos a nuestros hijos sea inhabitable y tóxico. Ante el hecho de que los niños de color se ven desproporcionadamente afectados por el cambio climático, como lo recalca la planeadora urbana Ana Baptista, yo, como latino, tomo acción.
Según el Departamento de Salud, en Estados Unidos hay 2,2 millones de hispanos con asma y los niños latinos son más propensos a morir de un ataque de asma que los no hispanos. Además, según el Consejo para la Defensa de los Recursos Naturales (NRDC, por sus siglas en inglés), cerca del 40% de los latinos en todo el país viven a 30 millas de una planta eléctrica de carbón, y los desplazados por eventos climatológicos extremos como el huracán María, que azotó Puerto Rico en octubre de 2017, ascienden las 130 mil personas. En pocos años hemos sido testigos de cómo los impresionantes cambios de clima que ocurrían cada 100 años, comienzan a suceder cada vez con más frecuencia y más fuerza. Los días en los que salíamos a jugar con nuestros hijos al aire libre, se reducen. Los niños son perceptivos y se dan cuenta cuando algo anda mal con nuestro clima, y se estresan ante esto. El aumento de problemas respiratorios, la degradación de nuestra salud y la escasez en los alimentos, son cambios que notamos cada vez con mayor frecuencia.
¡La comunidad latina debe sumarse a la lucha ambiental! Como grupo, estamos creciendo de forma vertiginosa en los Estados Unidos, y hemos llegado a ser en muchos lugares la minoría más grande. Sin embargo, por diferencias culturales, temores o situaciones personales, sentimos que no nos corresponde alzar la voz. Pero la verdad es que sí debemos hacerlo. Todos los latinos somos agentes de cambio, somos parte de la sociedad, debemos cambiar nuestra mentalidad, podemos utilizar nuestra voz, nuestra fuerza y nuestra creatividad para efectuar el cambio. Tenemos derecho a respirar aire puro, tomar agua limpia y a no vivir en condiciones que afecten nuestra calidad de vida y mermen nuestra salud.
Sumémonos a organizaciones como Moms Clean Air Force a través de su programa Ecomadres, ya que conocen el engranaje político y pueden incidir en la legislación de los EE.UU., que es ahora nuestro país. ¡Recordemos que los políticos trabajan para nosotros! Nuestros impuestos pagan sus salarios. Lo más importante que podemos hacer ante la crisis climática es hablar con todos al respecto, ¡y votar! Y si no puedes votar en este país, convence a los que sí pueden, que voten a favor de candidatos que estén comprometidos con la lucha contra el cambio climático. Esta es la manera más efectiva de abogar por la salud de nuestros hijos.
Y a nuestros hijos, incluyámoslos en acciones diarias como reducir el uso de energía en la casa o caminar más y manejar menos, para convertirlos en participantes activos contra el cambio climático. Te invitamos a que te unas al grupo Ecomadres de Iowa, contactándonos al 319-230-0076 ó kstein@momscleanairforce.org, y agregando tu nombre a la página de Moms Clean Air Force Iowa. ¡Unámonos a la lucha ambiental!