Donald Trump vuelve a causar controversia al sugerir que se debe frenar el número de test de coronavirus, esto ha creado que sea el centro de críticas en todo el país en un momento de que los casos vuelven a repuntar y el número de fallecidos llega a la cantidad de 120.000 aproximadamente.
“Los test son arma de doble filo. Cuando realizas tantos test, vas a encontrar más gente, vas a encontrar más casos. Así que le dije a mi gente: Frenen los test, por favor”, añadió Trump, el día de ayer en un acto electoral de Tulsa, Oklahoma, el primero desde la llegada de la pandemia en Estados Unidos en marzo.
Las sorprendentes palabras del mandatario estadounidense se producen en un momento de repunte de los casos de coronavirus en el país, que registra ya más de 2.2 millones de casos confirmados y roza los 120.000 muertos, en medio de la progresiva reapertura de la actividad económica.
El viernes y sábado, los casos de contagio confirmados diarios en EE.UU. rebasaron los 30.000 por segundo día consecutivo, algo que no ocurría desde hace mes y medio. El foco de la pandemia en el territorio nacional se ha desplazado ahora de la golpeada costa este a otros estados del sur y oeste del país.
La reacción demócrata no se hizo esperar y con entera indignación desde el inicio de la campaña rival en las elecciones presidenciales de noviembre, el ex vicepresidente Joe Biden califico el comentario como “un momento indignante que será recordado por mucho tiempo”. “El Presidente Trump justo admitió que está poniendo la política por delante de la seguridad y bienestar económico de los estadounidenses, incluso justo cuando hemos registrado el número más alto de los nuevos casos de COVID-19 en casi dos meses y 20 millones de trabajadores no tienen empleo”, recalcó Kate Bedingfield, directora adjunta en la campaña de Biden en un comunicado.
La alcaldesa de Atlanta la demócrata Keisha Lance Bottoms, considerada una de las posibles opciones de Biden para ser escogida como candidata a la vicepresidencia, señaló que el mitin de Trump fue “una vergüenza”.
“Se pone a dar lo mejor de sí mismo y cuando cerca de 120.000 personas han perdido sus vidas por COVID-19 y se atreve hablar de que ha ordenado ralentizar los test. Es de locos, indico Bottoms. El Gobierno de Trump quiso restar importancia a las declaraciones del mandatario explicando lo siguiente “Obviamente, estaba bromeando. Estamos liderando el mundo con test y hemos llevado a cabo más de 25 millones”, afirmó un funcionario de la Casa Blanca, que pidió mantener el anonimato.
