Fiel a sus principios y a su compañera del alma, María Celeste Arraras, la periodista rechazo una oferta que le podría haber permitido seguir en televisión. “Tengo paz en mi corazón”.
Es muy difícil, por no decir imposible verla sin una sonrisa en los labios. Su actitud positiva a pesar de los sinsabores de la vida no han podido arrebatársela. Hace apenas unas semanas Myrka Dellanos salía de Telemundo y del programa Al rojo vivo con la cabeza muy alta y el aplauso de la audiencia a la que acompaño estos meses.
Ahora, como antes, sigue haciendo lo que más le gusta: comunicar. Lo hace en positivo compartiendo no solo los duros momentos vividos sino el cómo ha podido dejarlos atrás y salir vencedora. Amiga de sus amigos, madre e hija ejemplar, tiene claro que todo es superable en la vida, Sin un trabajo, un amor o cualquier situación no es para uno es porque algo mejor está por venir para ti, agrego.
“La vida continúa. Si estoy viva es porque hay más que hacer en este lado de la eternidad”, escribió junto a un versículo de la Biblia. Su poderoso discurso en esta publicación fue desarrollado en una magnifica charla donde hablo a corazón abierto de su vida y situaciones muy cuestionadas públicamente, por ejemplo, su carrera.
“Tal vez yo no he tenido el éxito que han tenido otras personas en mi misma posición, pero a Dios le ha complacido mantener mi nombre en vigencia, eso es solo de Dios. Yo estuve varios años fuera de la televisión, cinco años, luego me llamó Telemundo para estar durante esta pandemia”, explica.
Sin embargo, la vida le volvió a poner a prueba con el despido de su amiga María Celeste Arrarás. “Ya muchos de ustedes saben lo que pasó, como salí recientemente de la televisora muchas veces le pregunto a Dios, ¿Por qué me pusiste en esta posición luego de que ya era tan divertido estar todos los días con la gente y sentir el cariño del público?” confeso.
En el momento dolió pero rápidamente entendió que las cosas bonitas nose acaban ahí. “Igual que Él logró que yo entrara a la televisora, y sé que puedo recibir otra llamada en cualquier momento de otro lugar. Solo Dios sabe el futuro que tiene para mí y yo tengo que seguir creyendo que lo mejor está por delante”, sigo de lo positiva concluyo.