El presidente de Estados Unidos Donald Trump se reunirá con miembros de la fuerzas de seguridad, además de evaluar el “daño que ha provocado los recientes disturbios”.
Dicho viaje está agendado para la ciudad de Kenosha (Wisconsin, EEUU) en medio de las protestas que piden justicia para al afroamericano Jacob Blake, paralizado después que la policía le disparara siete veces por la espalda hace casi una semana.
Uno de los portavoces de la Casa Blanca, Judd Deere, anunció el sábado pasado por la noche que Trump visitará el martes Kenosha y se reunirá con miembros de la fuerzas de seguridad, además de evaluar el “daño que ha provocado los recientes disturbios”.
Cientos de personas se echaron de nuevo a las calles de Kenosha y al grito de “Siete balas, siete días” en referencia al número de disparos que recibió Blake. Después de casi una semana de silencio, el viernes por la noche Trump abordo por primera vez la agresión contra Blake, que fue grabada en video y se difundió rápidamente por redes sociales.
“No me gustó como se veía. No me gustó verlo, ciertamente, y creo que la mayoría de la gente estaría de acuerdo con eso”, se limitó a decir el mandatario en declaraciones a la prensa el viernes después de un evento de campaña en Nuevo Hampshire.
La marcha se produjo en un momento de renovada rabia contra el Departamento de policía de Kenosha, ya que este viernes su sindicato ofreció su propia versión de los momentos que procedieron a la agresión.
Según el sindicato Blake iba armado con un cuchillo, “Lucho con fuerza” contra los agentes cuando intentaron arrestarle e, incluso, hizo una llave a uno de los policías, algo que la familia del afectado niega rotundamente.
Hasta ahora la información de lo ocurrido proviene de un video grabado por un testigo, en el que se ve cómo un agente trató de detener a Blake, quien ignoró las ordenes e intentó entrar a su vehículo, momento en el que la policía le disparó por siete veces.
Luego salió a la luz un segundo video, en el que se aprecia un breve enfrentamiento entre Blake y los dos agentes implicados en el suceso, pero no sirve para respaldar las acusaciones del sindicato policial.
La policía de Kenosha asegura que el pasado domingo intento detener a Blake después de haber recibido una llamada de una mujer que denunciaba que su pareja sentimental se había saltado la orden de alejamiento. Según el abogado de la víctima, sus tres hijos estaban en el auto en el momento en que recibió disparos por la espalda.