El presidente Joe Biden está planteando las elecciones de 2024 en parte como un referendo sobre Donald Trump, pero es una carta más difícil de jugar ahora que está en el cargo y algunos votantes tienen recuerdos cálidos del caótico mandato del expresidente.
El posible candidato del Partido Republicano está mostrando progresos en reunir al Partido Republicano a su alrededor, mientras su juicio penal en curso en Nueva York alimenta sus afirmaciones de que es víctima de una persecución política.
Incluso el ex secretario de Justicia William Barr, que una vez dijo que Trump no debería estar cerca de la Oficina Oval, dijo que lo apoyaría. Y el expresidente se reunió este durante varias horas con el gobernador de Florida, Ron DeSantis, su antiguo rival en las primarias del Partido Republicano. Al mismo tiempo, Biden sigue teniendo problemas con sectores clave de su propia coalición, incluidos los votantes más jóvenes, según muestra una nueva encuesta.
A poco más de seis meses de las elecciones, un clima político volátil está poniendo a prueba a dos candidatos imperfectos, y es difícil precisar qué cuestiones serán decisivas en noviembre. Abarcan desde el desencanto de los votantes con la economía hasta el derecho al aborto, pasando por las críticas al liderazgo de Biden en cuestiones clave dentro y fuera del país, en un momento de inflación obstinadamente alta y crecientes protestas en los campus universitarios por la guerra de Israel en Gaza.
También está el espectáculo sin precedentes del posible próximo presidente, que se enfrenta a múltiples acusaciones penales, incluido un veredicto del jurado dentro de unas semanas en su caso de pago de dinero por silencio en Manhattan, mientras trata de hacer un regreso histórico después de sus esfuerzos por anular las elecciones de 2020 para mantenerse en el poder.
Y el impacto en la carrera de Robert F. Kennedy Jr, un candidato independiente, sigue sin estar claro, aunque Trump muestra cada vez más signos de preocupación por su candidatura.