Este lunes, la OMS soltó la bomba sobre unos brotes de gripe aviar que se están armando en granjas lecheras en los Estados Unidos. ¡Ay, qué movida, amigos! María Van Kerkhove, la jefa de pandemias y epidepapás, soltó que esto de que el virus esté pasando de plumas a ubres es un asunto serio.
¡A ver, 36 granjas en nueve Estados de EE UU están batallando con este enredo! Todo empezó cuando en enero empezaron a notar que las vacas no estaban produciendo leche a ritmo de reguetón, sino más bien a paso de tortuga. Después de un montón de investigación, descubrieron que la gripe aviar había hecho su nido entre las vacas.
Ahora, cómo el virus se está esparciendo entre las vacas es un misterio que hasta Sherlock Holmes se rascaría la cabeza. Se dice que no es como los catarros que pillas en el metro, sino que hay algo en el ordeño que está haciendo de las suyas. ¡Vaya misterio, Watson!
Y aunque hasta ahora solo un pobre desgraciado se ha infectado, y eso porque se le ocurrió rascarse los ojos después de tocar una vaca enferma. ¡Hermano, eso es como jugar a la ruleta rusa con una pistola de agua!
La leche de estas vacas parece que tiene más virus que la cuenta de un influencer en Instagram, pero bueno, gracias al proceso de pasteurización, esa leche se calienta más que un debate entre suegra y yerno. ¡Así que no hay que temerle!
Aunque ojo, que hasta el 20% de la leche que anda en las estanterías tiene partículas virales, pero tranqui, no son infecciosas. ¡Menos mal, imagínate encontrarte con un virus en tu cereal como si fuera el juguete sorpresa!
Los jefes de la OMS están más tensos que cuerda de guitarra, porque aunque por ahora no hay evidencia de que esto sea una amenaza para la humanidad, están con el miedo en el cuerpo de que el virus se haga más malote y se adapte a nosotros. ¡Y no queremos tener una vaca gripada en casa!
El informe de riesgo que sacaron con la FAO y la OMSA es como el guion de una peli de catástrofes, diciendo que este virus se está diversificando más que un menú de comida rápida. ¡Parece que está buscando novia entre los mamíferos y se ha ido de fiesta con los genes!
Aunque todavía no hay pruebas contundentes de que el virus esté pasando de mamífero a mamífero, con tantas historias de animalitos enfermos por ahí, no se descarta. ¡Aunque todavía estamos a salvo, chicos! Por ahora, este virus es más suavecito que un osito de peluche.
Y ahí lo tienes, amigos, si tienes una granja o te cruzas con una vaca en el camino, ¡no olvides la mascarilla! Que nunca sabes si esa lechera tiene algo más que leche para ofrecerte.