¡Saca las garras en la convención demócrata!
¡Qué noche la de anoche en la Convención Nacional Demócrata! Y como quien dice, cuando el gato está en casa, los ratones no hacen fiesta. Porque mira que Barack Obama llegó, subió al escenario y ¡BOOM!, empezó a repartir mandobles como si estuviera en un ring de boxeo.
El ex-presidente, se arrancó con un discurso que dejó a todos con la boca abierta. ¡Y cómo no! Si desde el principio soltó la bomba de que la historia va a recordar a Joe Biden como un “presidente excepcional”. O sea, Obama no vino a hacerle la barba a nadie, pero sí a dejar clarito que para él, Biden es el héroe de esta película. Y claro, también tiró una que otra flor sobre su pana Biden, diciendo que es un orgullo tenerlo como amigo. ¡Amigos así, queremos todos!
Obama no pudo resistirse a darle su “zapatazo” al buen Trump. Porque, honestamente, ¿qué es un buen discurso demócrata sin un par de bromitas sobre el ex-presidente? Y ahí fue cuando se puso sarcástico de los buenos, diciendo que Trump tiene una “extraña obsesión” con el tamaño de las multitudes. ¡Zas! Un golpe bajo, pero ¡que todos sabemos que es cierto!
Y como si fuera poco, Obama también recordó esos días en los que Kamala Harris, lo presionaba cuando era fiscal en California. Porque ella no se anda con cuentos, ¿eh? Si algo no le cuadra, ahí está ella, dándole caña hasta que consigue lo que quiere. ¡Así se hace!
Pero lo mejor de todo es que Obama cerró con broche de oro: “No abucheen. Voten.” ¡PAM! Con esa frase se fue directo al grano. ¡A votar, gente! Porque, según él, esta elección va a estar más reñida que final de novela.
Así que ya sabes, Obama vino, habló y dejó claro que en esta convención no hay espacio para lloriqueos. ¡Voten, mis panas! Que 2024 viene con todo, y cada voto cuenta.
