¡Paren las prensas, mi gente! La farándula está que arde otra vez, y esta vez con un combo explosivo de pop, rap y un montón de drama. Así que agárrense que les voy a contar todo el chisme. Resulta que el buen Justin Bieber, el mismísimo “niño dorado” del pop, ya nos había estado dejando migajitas de pan en su rolita Yummy sobre lo turbio de las fiestas del señor Sean ‘Diddy’ Combs. ¿Quién diría que bajo ese beat pegajoso había una denuncia bien seria?
A ver, pongámonos en contexto: en 2020, Bieber lanza Yummy y, la neta, la canción no fue el hitazo que todos esperaban. Pero ahora, con la reciente arrestación del tío Puff Daddy, mejor conocido como Diddy, por delitos de esos bien pesados (léase tráfico sexual y trata de personas), las letras de Justin cobran otro color. ¡Porque resulta que todo estaba en nuestras narices!
Las fiestas blancas de Diddy: pura faramalla o algo más?
Aquí va lo más hardcore: se dice que Justin Bieber, cuando apenas era un escuincle con la gorrita de lado, fue invitado a las famosas “white parties” de Diddy. Ya saben, esas donde todos iban vestidos de blanco, pero el ambiente estaba más negro que la consciencia de alguien que nunca paga la tanda. Pues resulta que muchos fans piensan que en esas fiestecitas Bieber no solo fue testigo, sino también víctima de abusos. Y ojo, que la Yummy supuestamente es como su forma de decir: “hey, me pasó algo feo y lo metí en esta canción, pero ustedes no se dieron cuenta porque estaban muy ocupados con el coro pegajoso”.
Las señales en el video de Yummy: ¡Estamos ciegos o qué!
El video musical de Yummy es donde la cosa se pone aún más densa. ¿Te acuerdas del video? Justin en un restaurante fancy, rodeado de gente bien trajeada, todos mayores que él, comiendo como si nunca hubieran visto comida en su vida. Y ahí está Bieber, con su conjuntito rosa – el cual, según la teoría fan, sería una referencia a los aceites de bebé que las autoridades encontraron en la mansión de Diddy. Sí, sí, ¡aceites de bebé! ¿Qué onda con eso?
Y la comida… uff, la comida en el video se ve repulsiva. Exageradamente opulenta, llena de excesos. Toda esa gente traga como si estuvieran en la última cena y Bieber, al final, se queda solito en la mesa, viéndose más perdido que calcetín en la lavadora.
Pero, espera, que viene lo peor: al final del video, debajo de toda la comida hay un plato con la cara de Justin. Literalmente, lo sirvieron como postre. Así que, si lo piensas bien, todo el video es una representación de cómo lo usaron, lo manipularon, lo devoraron… y luego lo dejaron solo.
La promoción rarísima de Yummy: ¡Bebés por todos lados!
Ahora, la promo de Yummy también fue, digamos, rarita. El Biebs subió un montón de fotos de bebés a su Insta bajo el hashtag “Yummy”. ¿Bebés? ¿Con esa canción? ¡¿Qué rayos?! A lo mejor en ese momento no entendimos nada, pero ahora todo parece tener sentido, ¿o no? Hay quienes dicen que fue un intento de desenmascarar lo que pasaba en las fiestas de Diddy, donde, según rumores bien oscuros, había explotación infantil y cosas que no deberían pasar nunca.
Las lágrimas de Bieber en el set: ¡Fuerte la cosa!
Y si aún tienes dudas de que Yummy es más que una simple canción pop, te cuento que recientemente se reveló un video donde Justin, durante la grabación del clip, lloró entre escenas. Según su coach de salud, el tipo estaba sufriendo y reviviendo traumas del pasado. O sea, grabar esa cosa le dolió en el alma.
Hasta ahora, Bieber no ha soltado prenda sobre el arresto de Diddy. Pero con todo lo que ha salido a la luz, los fans no pueden dejar de preguntarse: ¿Será que Justin ya nos estaba avisando desde hace cuatro años y no quisimos verlo? Mientras tanto, el compa está dedicado a su bebé Jack Blues, tratando de dejar el drama atrás.
¿Qué opinan? ¿Será que Yummy era su manera de decirnos que las cosas en el mundo del espectáculo están más podridas que un plátano olvidado en la mochila?
