Rumores de crisis que sacude los sistemas político, democrático, judicial y económico de Estados Unidos, a menudo alimentadas por Donald Trump y los republicanos de extrema derecha, amenaza con poner a prueba severamente la presidencia de Joe Biden en medio de crecientes dudas sobre su candidatura a la reelección.
A medida que se intensifica la carrera por la Casa Blanca en 2024, queda claro que los desafíos históricos y extraordinarios complican la campaña de Biden para un segundo mandato, además de las desventajas expresadas en sus bajos índices de aprobación presidencial y la economía desigual.
El favorito para la candidatura republicana es Trump, un expresidente acusado dos veces, que enfrenta cuatro juicios penales y nunca ha dejado de lado su intento de derrocar el sistema democrático estadounidense de elecciones justas.
El presidente octogenario está cada vez más bajo escrutinio por su capacidad para cumplir un segundo mandato completo si gana en noviembre de 2024. Es una pregunta legítima que muchos estadounidenses comparten, pero que la Casa Blanca lucha por responder.
En tiempos más flacidos, la huelga automovilística sería un tema nacional dominante que definiría un momento político tenso. Pero es sólo una de las muchas crisis que amenazan con abrumar a un sistema político que parece al borde de un mal funcionamiento grave.