Nueva York.- ¡Órale! Las farmacias andan cerrando locales como si fueran tiendas de disfraces el 1 de noviembre. Antes, abrir un CVS o un Walgreens era casi como cortar el listón en la inauguración del nuevo antro de moda. ¡Hasta se jactaban de abrir miles de sucursales en un par de años! Pero ahora, la cosa está más fea que el tráfico de viernes en la tarde.
Las grandes cadenas de farmacias, como CVS, Walgreens, y Rite Aid, junto con un montón de farmacias independientes, están cerrando tiendas por todos lados. ¿Qué pasó? Pues resulta que la pandemia vino a desmadrar todo. Entre que la gente ya no compra igual, los reembolsos de recetas están por los suelos, y los robos están a la orden del día, las farmacias están teniendo más problemas que el Cruz Azul en una final.
Las farmacias, la salvación del barrio y del rancho
Mira, el asunto es que las farmacias eran el lugar de confianza para mucha gente. En barrios latinos y afroamericanos, donde a veces no hay ni un doctor a la vuelta de la esquina, las farmacias eran el lugar para consultas rápidas y asesoría médica. Como dice Omolola Adepoju, de la Universidad de Houston, esa confianza no se puede medir ni con toda la ciencia de la NASA. Pero nadie está hablando de eso cuando se cierran las farmacias.
En muchos vecindarios, especialmente los de afroamericanos y latinos, hay menos farmacias por persona comparado con los barrios “blanquitos”. ¡Qué casualidad, no! Un análisis de The Associated Press mostró que estos lugares tienen menos farmacias, creando lo que llaman “desiertos de farmacias”. O sea, lugares donde conseguir una aspirina es más difícil que ganar la lotería.
Las farmacias como el nuevo consultorio médico
En estos días, las farmacias no solo venden pastillas para el dolor de cabeza. Muchas tienen consultorios, ponen vacunas, y hasta te aconsejan sobre cómo manejar la diabetes o la hipertensión. Prakash Patel, de la Bert’s Pharmacy en Nueva Jersey, dice que su farmacia es la primera parada cuando alguien se siente mal. Porque pedir una cita con el doctor es más difícil que encontrar estacionamiento en el centro a las 5 de la tarde.
En los ranchos y áreas rurales, las farmacias son casi el centro comunitario. Los farmacéuticos ven a los clientes más seguido que un doctor. Y, a veces, son los primeros en detectar problemas serios como el Alzheimer. Megan Undeberg, de la Universidad Estatal de Washington, dice que los farmacéuticos rurales son como consejeros para todo: desde dejar de fumar hasta prevenir el suicidio.
Adiós farmacias, hola problemas
El ritmo de cierres está más rápido que el chisme en redes sociales. Desde 2019, más de 7 mil farmacias han cerrado en todo Estados Unidos. CVS dijo que cerraría 900 tiendas en tres años, y ya llevan más de 600. Y Rite Aid anda cerrando tiendas mientras pasa por un rollo de bancarrota.
¿Por qué cierran? Porque la lana no está rindiendo. Los reembolsos por recetas están bajando, pero los costos como los sueldos y los servicios siguen subiendo. Además, los robos son un problemón. Walgreens dijo que una de las razones para cerrar tiendas es el robo de artículos. Las farmacias venden cosas pequeñas y caras que son muy fáciles de robar y revender.
Antes, una nueva farmacia tardaba hasta tres años en hacerse de clientes y salir a flote. Pero ahora, con la gente comprando más en línea y en tiendas como Costco o Walmart, las farmacias están perdiendo terreno.
Las comunidades, las grandes perdedoras
Walgreens dice que no se olvida de las comunidades cuando cierran una tienda y que hacen entregas a domicilio gratis en un radio de 24 kilómetros. Pero, ¿eso de verdad compensa el no poder hablar con tu farmacéutico de confianza? Los empleados de la farmacia suelen conocer a los clientes y hablar su mismo idioma. Eso no lo reemplazas con un repartidor.
Algunos estados ya están poniendo atención a este problema y planean estudiar los cierres de farmacias. Omolola Adepoju dice que debería haber más regulación, porque si la atención médica es un derecho, no deberían cerrar farmacias solo porque hicieron un trámite y pusieron un letrero en la puerta.
Así que ya saben, gente. Las farmacias están cerrando a lo loco y eso está dejando a muchas comunidades en el aire. ¡A ver qué hacen los gobiernos y las grandes cadenas para arreglar este desmadre!
