Ay, papá, la cosa está que arde. Resulta que más de un millón y medio de funcionarios andan con la vena inflada porque el Gobierno y las aseguradoras, llámese Adeslas, Asisa y DKV, no se ponen de acuerdo ni para tomarse un café. ¿El problema? Pues que esas aseguradoras son las que le dan salud a los empleados públicos gracias al famoso MUFACE, ese programa que les cubre desde un resfriado hasta el dedo machucado con la puerta.
Pero ahora la renovación del contrato entre el Gobierno y las aseguradoras está más parada que tráfico en lunes por la mañana. Y si no se arregla, los funcionarios (y su familia, que no son pocos) se van a quedar sin cobertura médica. O sea, ¿qué van a hacer si les da la gripe o, peor, si se resbalan en la ducha? ¡No van a tener ni quién les dé una aspirina!
La bronca empezó porque el Gobierno ofreció subir la prima de MUFACE solo un 14%, pero las aseguradoras, que no son ningunas bobas, dijeron: “¡Ah, no, mijito! Nosotros necesitamos un 40% para cubrir lo que ya estamos perdiendo”. Y sí, están llorando porque, según ellas, con el actual acuerdo pierden ¡200 millones de eurazos al año! A este ritmo, dicen que les va a salir más barato vender raspados en la plaza que seguir asegurando a los funcionarios.
El Ministerio, por su parte, parece estar con los ojos bien abiertos, pero no actúa, porque ya tuvo una reunión con los directores de las aseguradoras y salió más humo que en una parrillada, pero ningún acuerdo. Tienen tres meses para arreglar este desmadre o los funcionarios van a quedar más desprotegidos que meme viral.
Y como todo buen drama, ya salió el sindicato a meterle fuego al asunto. El CSIF, que es como la mamá gallina de los funcionarios, dijo que si no se soluciona la cosa, se vienen las movilizaciones. O sea, prepárense para ver marchas, pancartas y gritos en la calle, porque estos no se quedan quietos. Además, soltaron la frase bomba: “¡La atención sanitaria no puede estar comprometida por falta de inversión!”… Boom, directo a la cara del Gobierno.
Y es que, para colmo, el sistema privado de MUFACE le está ahorrando al Estado más de 890 milloncitos al año, pero si desaparece, ese ahorro se esfuma y el sistema público se va a tener que morder los codos para absorber a todos los mutualistas. ¡Y ahí sí que los hospitales van a estar más llenos que el metro en hora pico!
Así que, Gobierno, a mover las fichas, porque si no los funcionarios te van a armar una revolución de batas blancas y papeles volando por todos lados.
