¡Señoras y señores, prepárense para lo que viene, el drama en los puertos de Miami y Fort Lauderdale sigue más candente que un verano sin aire acondicionado! La banda de trabajadores portuarios ha decidido apagar las máquinas y ponerse en huelga, porque ¿quién necesita trabajar cuando puedes agitar pancartas y gritar consignas pegajosas, no?
Llevan ya tres días de parón y parece que esto va para largo, porque los panas de los puertos están hasta el copete de la automatización. Imagínate, los compas están diciendo algo así como: “Los robots nos están quitando la chamba, bro” y “¡Queremos cash!”. Y es que, según ellos, si seguimos dejando que los robots hagan nuestro trabajo, nos quedaremos mirando cómo las máquinas hacen hasta la fila del súper.
En estos dos puertos del sur de la Florida, todo está más parado que el tráfico en hora pico. PortMiami y Port Everglades, normalmente llenos de movimiento, con barcos que entran y salen, ahora parecen una película de suspenso, pero sin la parte emocionante.
Un profe de la FIU, Craig Austin, le soltó a los de Local 10 News que “miren, mi gente, por esos puertos pasa de todo, desde las bananas para el desayuno hasta los iPhones con los que tu tía se toma selfies”. O sea, no es broma, ¡por ahí se mueve de todo! Comida, materiales de construcción, muebles, tecnología… ¡Hasta la almohada nueva que estabas esperando!
Y aquí viene lo sabroso: Austin también avisó, que si esto sigue así, nos vamos a ir mal a todos juntos. ¿Qué significa eso? Pues que la comida va a costar lo mismo que una cita en un restaurante fancy y que los muebles de IKEA van a estar más escasos que agua en el desierto. “Cuanto más dure esto, más caro y doloroso va a ser para todos”, dijo el pana. Y sí, eso incluye a los que pensaban que podían ignorar la movida con un “no es mi problema”.
Así que ya tú sabes, mientras los trabajadores portuarios siguen con su “queremos cash, nada de robots”, nosotros estaremos haciendo fila en el súper, peleándonos por las últimas papas fritas congeladas.