China tras dar por superada la crisis del Covid-19, la segunda potencia mundial afronta en estos momentos inundaciones que amenazan con frenar su recuperación económica tras la pandemia.
Hace unos días las autoridades locales publicaron un informe explicando que debido a la geografía de la ciudad de Wuhan rodeada por el lago Dongting y el río Hanjiang en la parte superior, y el lago Poyang en la parte inferior, Wuhan es la más vulnerable a las inundaciones si las fuertes lluvias continúan. ¿Se avecina un nuevo estado de alarma? “ya nos pasamos 75 días encerrados en casa. Todo el mundo asocia el nombre de nuestra ciudad con el origen de la pandemia que ha matado a mucha gente. Este año estamos cubiertos en desgracias no necesitamos más” comentó un ciudadano.
En la provincia de Hubei, donde se encuentra Wuhan, las inundaciones ya han dejado la cifra de 14 muertos y cinco desaparecidos. Otra de las preocupaciones es la situación en la que se pueda encontrar la presa de las tres gargantas, la estación hidroeléctrica más grande del mundo que consta con (2.309 metros de largo y 185 de alto), ubicado a 370 kilómetros de Wuhan. En las redes sociales muchos usuarios empezaron a compartir fotografías donde se aprecian muros dañados de esta presa. Aunque las autoridades chinas han aclarado que la estructura es sólida y que no hay peligro de derrumbe.
Debemos remontar 22 años atrás donde china no vivía inundaciones de ésta magnitud, que han estado azotando el centro y sur del país durante éste comienzo de verano. Las lluvias torrenciales no cesan, han golpeado a más de una docena de provincias y los datos son alarmantes: 433 ríos se han desbordado, las inundaciones han afectado a 37 millones de personas, casi tres millones han sido evacuadas, al menos 141 han muerto o desaparecido y más de 28.000 casas se han derrumbado.
En los últimos días, los titulares sobre la pandemia han dado paso a las noticias sobre el diluvio. Las portadas de los periódicos ya no las protagonizaban las imágenes de las largas colas de los vecinos de Pekín aguardando pasar el test de coronavirus, sino escenas cómo la de los estudiantes de Huangshuan (a 1.300 kilómetros al sur de Pekín) acudiendo al exámen de selectividad en barcas por las fuertes inundaciones que habían convertido sus calles en ríos.
La crisis más fuerte en China, con posibles rebrotes, ya se daba por superada. Ahora, a la segunda potencia mundial le toca hacer frente a unas inundaciones que, además de llevarse por delante más vidas, amenaza con frenar su recuperación económica tras la pandemia.