Venezuela tiene bajo su suelo la octava reserva probada por gas natural, una riqueza de casi 200 billones de pies cúbicos que, sin embargo, escasea en la mayoría de los hogares del país caribeño, donde miles de familias cocinan en improvisados fogones que alimentan con leña y otros materiales combustibles.
Este fenómeno se aprecia de forma más marcada en las ciudades del interior, en las que la crisis que atraviesa Venezuela se expresa con mayor fuerza.
Las claves que explican la escasez de gas para consumo doméstico en Venezuela se pueden detectar rápidamente.
La caída de su producción, se estima que al menos el 90% del gas venezolano está asociado al petróleo, lo que, en términos prácticos, implica que solo se puede extraer este recurso cuando la empresa estatal de Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y sus socios bombean el crudo.
Pero la producción petrolera de Venezuela se desplomó en los últimos años y pasó de unos tres millones de barriles por día a poco más de 540.000, la cifra que promedio en febrero pasado, según dijo el experto Rafael Quiroz.
El mismo analista estimó, que la mala gestión, la corrupción y la pérdida de personal calificado por la masiva migración, producto de la crisis, son la causa de la caída del bombeo en Venezuela.
La estatización también es un sector clave, en 2009, el gobierno del entonces presidente Hugo Chaves (1999-2013) estatizó dos distribuidores privados de gas que atendían a todo el país y servían de intermediarios entre la Pdvsa y los consumidores de gas doméstico.
Según datos de la Federación de Trabajadores Petroleros de Venezuela, en el pais solo el 12% de los hogares cuenta con “gas directo” o por tuberías. Es decir, menos de dos de cada diez hogares.
Pero la cifra cobra otra magnitud cuando se atiende al número de cilindros disponibles: poco más de un millón para ser distribuidos en todo el país, una cantidad insuficiente para el mercado interno, de acuerdo con el mismo sindicato petrolero.
Otra de las causa, a mediados de febrero, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, propuso que su país fuera un “seguro suministrador” de gas a México, un país que enfrenta problemas con el suministro debido al limitado flujo del combustible provocado por las bajas temperaturas en el sur de Estados Unidos.
Pero muchas fuentes aseguran que este ofrecimiento es “Imposible” de cumplir en vista de que el país ni siquiera puede atender su mercado interno y de que la mayoría de los países rechazan los tratos de Pdvsa para no desafiar las sanciones que impuso Estados Unidos.