¡Oigan, compas de Panamá! Les tengo el chisme político del año: Ricardo Lombana está sacudiendo el árbol de los ‘same old’ en la política panameña, y este man viene con todo para el 2024. Se dice que es el ‘antisistema’, pero ¿será el David contra estos Goliats? Con la vista en la silla presidencial, este cuate quiere barrer con la corrupción y poner la lana del Estado en lo que de verdad se necesita.
Pero ojo, que el broder no solo quiere jugar al limpio en casa; también está tirando vibes a lo Bukele, sin los tintes de drama novela, ojo, pero con ese punch de atender al pueblo que le ha dado fama mundial al presi de El Salvador. Y con los jovenzuelos del país que no se miden en encuestas, Lombana cree que son ellos quienes lo van a catapultar a la presidencia. ¡Esperemos que no le dé por la reelección eterna, ahí sí que no!
Con un 10.4% en las encuestas y medio país aún en modo ‘pensándolo’, Lombana anda diciendo que los de arriba se están haciendo de la vista gorda con el movimiento independiente que va en subida. Dice que va a copiar lo mejor del plan de seguridad de Bukele, pero sin armar la marimba con los malos de la película, ni los de barrio ni los de corbata.
Y sobre el Darién y su crisis migratoria, este dude se pone la capa de héroe sin fronteras, sin caer en la xenofobia barata y prometiendo jugar bien con los vecinos para hacer la cosa más llevadera. ¡Nada de muros ni cuentos chinos por aquí!
Lo que sí, a la comunidad LGTBI les dijo “estamos en la misma onda, pero a otro ritmo”, sin querer moverle al matrimonio igualitario. Eso está más cerrado que puerta de banco en domingo, según él. Y para los que le tiran por su salud, el tipo salió con que “estoy más chequeado que examen de admisión”, y que hay Lombana para rato.
Así que ya saben, panas, ¡que comience el show electoral! Y como dice el dicho: en política, el que no corre, vuela.
