Pues mirá, lo de Sudán ya no es guerra civil, eso ya es Guerras de Poder: versión africana. Imaginate que el país anda tan reventado que la ONU ya tiró el grito al cielo diciendo “¡se nos parte el país en pedazos, muchachos!”. Todo esto porque los paramilitares, que no saben jugar en equipo, decidieron armar su propio gobierno paralelo como si esto fuera Survivor versión Darfur.
¿Quiénes son los protagonistas de este novelón? Pues el general Abdel Fattah al-Burhan, el jefe de los militares, y su exparcero (ahora archienemigo), el general Mohamed “Hemedti” Daglo, que dirige a las Fuerzas de Apoyo Rápido (alias FAR o “Los que no se cansan de joder”). Estos dos manes están en una pelea de egos más intensa que una final de fútbol entre suegras. Y para colmo, Daglo lanzó un gobierno paralelo como si eso fuera lo que le faltaba al caos.
La ONU, con cara de “¿qué más puede salir mal?”, dijo que la movida de Daglo no ayuda en nada, que mejor se sienten a hablar como gente civilizada… pero claro, en Sudán eso suena más raro que reguetón en misa. Mientras tanto, el Ejército anda matando FAR por montón en Al Fasher, la última ciudad grande que aún controla. Esa zona está más asediada que el WiFi de una universidad. Y para rematar, en el campamento de desplazados de Zamzam (que ya suena a parque temático del sufrimiento), hubo más de 400 muertos y cientos de miles de personas saliendo corriendo como si regalaran pan.
Ya son más de 12 millones de personas desplazadas, y como tres millones se han tenido que ir pal carajo —léase Sudán del Sur, Chad y Egipto— buscando paz, comida o por lo menos agua que no tenga plomo. Esta vaina ya no es un conflicto: es la peor crisis humanitaria del planeta, y eso que el planeta no anda muy bien que digamos. Así que sí, la ONU está preocupada… pero la pregunta es: ¿quién va a parar esta locura antes de que Sudán se convierta en cinco países, tres mil muertos más y un millón de memes trágicos?