Bueno, pongan la oreja y agárrense porque lo que pasó en Jilin, China, este lunes fue una auténtica película de acción de bajo presupuesto. Resulta que en el parque Beishan, allá por el distrito de Chuanying, a las 11:49 de la mañana (hora local, claro), un tipo llamado Cui, que tiene 55 años y es vecino del lugar, decidió que era buen momento para sacar el cuchillo y montar su propio show sangriento.
Cui se enzarzó a lo loco y apuñaló a cuatro profes gringos del Cornell College, esos que andaban de intercambio educativo con la Universidad de Beihua. Como si fuera poco, también le clavó el cuchillo a un turista chino que intentó hacerse el héroe y detener el ataque. ¡Un desmadre total!
La poli local no se hizo de rogar y, antes de que terminara el día, ya tenían al buen Cui esposado y listo para el interrogatorio. Según dicen los oficiales en su cuenta de Wechat (el WhatsApp chino que allá no te censuran), el quilombo se armó después de que Cui chocara sin querer con uno de los profes gringos mientras paseaban por el parque. ¡Quién diría que un empujón iba a acabar en una carnicería!
Los profes de Iowa, pese al susto y las cuchilladas, están fuera de peligro. Se llevaron sus buenos cortes, pero ya los atendieron y están de vuelta al ruedo. La embajada yanqui y hasta la congresista Mariannette Miller-Meeks están metidos en el asunto, asegurándose de que los gringos vuelvan a casa sanos y salvos.
Pero ojo al parche, porque no es la primera vez que pasa algo así en China. En mayo, un loco en Chenzhou se cargó a tres y dejó a dos más heridos con otro cuchillo. Y si eso no les suena a mucho, en Guixi, una mujer hizo lo mismo en una escuela, dejando dos muertos y cuatro heridos. Y no olvidemos el tipo en Yunnan que se armó su propio “Cuchillos en el hospital” matando a dos y hiriendo a más de diez.
Lo curioso es que en China, estos ataques con cuchillos (y otros loqueros que se lanzan en coche contra la gente) los llaman “actos de venganza contra la sociedad”. O sea, gente que está tan quemada con la vida que decide llevársela a los demás por delante. Vamos, que la cosa está heavy y las autoridades tienen que ponerse las pilas.
Así que ya saben, si andan por China y ven a alguien con un cuchillo, ¡corran en la dirección opuesta! Que nunca se sabe cuándo alguien va a decidir que hoy es el día de armar su propio show de terror en vivo.