Agárrense los pelos porque Alemania acaba de lanzar un bombazo político que nadie veía venir. Friedrich Merz, el tipo que ahora lleva las riendas tras ganar las elecciones, soltó una de esas declaraciones que hacen que medio mundo escupa el café de la mañana: “Europa tiene que dejar de depender de EE.UU.”.
Necesitamos un break
Imagínense esto: por años, Europa y EE.UU. han sido esos amigos inseparables, casi como Batman y Robin. Pero ahora Merz dice que hay que volar solo porque, según él, Estados Unidos ya ni se molesta en disimular que le importa Europa lo mismo que la dieta de un lunes. Y, claro, la gente se queda con cara de “¡órale!” porque, hasta hace un par de meses, Merz era de los fans número uno de la relación con los gringos.
Pero bueno, el mundo cambia, las amistades también y aquí estamos: con un Merz que dice que Europa tiene que ponerse los pantalones y armar su propio escuadrón de defensa porque no está claro si EE.UU. va a seguir siendo su guardaespaldas.
Los aliados: entre el FOMO y la “crisis existencial”
Mientras todo esto pasa, Reino Unido y Francia andan viajando de aquí para allá en modo “no queremos perdernos nada”. Y Alemania, que ha estado un poco desaparecida en la escena internacional, ahora quiere volver con toda la actitud, pero con la billetera medio vacía.
Encima, los votantes alemanes andan con el nervio de punta porque se sienten más inseguros que celular sin funda. Rusia está allí cerquita, Ucrania sigue en modo “necesitamos ayuda”, y Trump, desde su rincón, dice que podría irse y llevarse con él a los 35,000 soldados estadounidenses que hay en Alemania.
Búnkeres, miedo y “el paraguas nuclear”
Si alguien dudaba de lo en serio que se toma Alemania esta situación, pues ahí tienen al Ministerio del Interior haciendo una lista de búnkeres para la gente. Por si acaso, ¿no? Además, Merz anda viendo si Francia y Reino Unido le prestan un par de armas nucleares para no sentirse tan desprotegidos, como quien le pide una chamarra a un amigo porque “hace frío”.
El problema es que querer armas nucleares no es como pedir prestado un cargador de celular. Esto implica negociaciones, acuerdos y, sobre todo, DINERO. Y Alemania, con su economía medio depre, tendrá que rascarse los bolsillos para que todo esto no quede en palabras bonitas.
¿Está lista Europa para un Alemania al volante?
Merz ya avisó que quiere que Alemania tome el liderato, pero la pregunta del millón es: ¿quiere Europa que sea Alemania quien maneje el coche? Porque, claro, entre Brexit, crisis económicas y Trump amenazando con quitar los seguros, lo último que necesitan es otro “drama continental”.
Ahora sólo queda ver si este “Europa independiente” es una realidad en camino o sólo otro capítulo en la gran telenovela de la política internacional. Lo que sí es seguro es que la cosa está más tensa que final de serie y que los próximos meses nos traen más sorpresas que un mensaje de “tenemos que hablar”.
